martes, 24 de noviembre de 2009

" Un relato, de TERESA: La experiencia es un grado".



Hoy, tengo una nueva invitada especial. Una persona a la que admiro y tengo un gran aprecio. Su propuesta de participación es un pequeño relato, sencillo, profundo, y auténticamente dentro de su estilo literario.

Para mí es un placer presentarles a Teresa. Les gustará. Que disfrutéis con su lectura:


"La experiencia es un grado...


Sentí que el corazón iba a romperse en pedacitos y que tal vez no los pudiera ni pegar.


Me invadía una calor densa e insoportable, la gente que pasaba por mi lado, me parecían fantasmas, todo lo veia difuminado, como si estuviera en un escenario, sólo que era la realidad...


Me senté en un bar después de caminar sin rumbo durante más de una hora, no sabía en qué barrio había ido a parar, los hombres de la barra me miraban con desconfianza, era un barrio marroquí...no hice caso de las miradas de soslayo y le dije al camarero que me sirviera una caña muy fría, el calor persistía a pesar del frío exterior.


Al poco, marché de nuevo a la calle, no sabía a dónde ir, no quería volver a casa, la noticia era demasido fuerte, no me sentía con fuerzas de enfrentarme a nadie, ni de hablar. Necesitaba urgentemente dormir, cerrar los ojos, descansar la mente.


Entré en un pequeño hotel y encontré habitación. En cuanto entré, me eché en la cama, no me quité ni los zapatos, los ojos se cerraban, por primera vez notaba un enorme cansancio, mi cuerpo era como una piedra, no podía moverlo, me quedé cruzada sobre la colcha, sin ánimo de mover ni un dedo...


No sé cuánto tiempo pasó, recuerdo que sonó el móvil, no lo cogí, dejé que sonara hasta que murió la melodía y volví a sumergirme en un sueño lleno de imágenes y callejones estrechos.


Hoy, despues de más de 7 años, recuerdo ese día como algo irreal, como si no me hubiera ocurrido a mí, sin embargo, siento dolor al evocarlo, la tristeza aparece en forma de fina capa, la dejo entrar, no me resisto, ella lo agradece, somos viejas amigas, y sé, que poco a poco se irá diluyendo hasta marcharse sigilosamente sin que yo la eche...


La vida ha hecho que creciera, he aprendido a traspasar el dolor, y cuando aparece, suelo manejarlo con arte...ya se sabe, la experiencia es un grado..."


Teresa, Octubre de 2009.

jueves, 19 de noviembre de 2009

" Un Viaje Alucinante ".


Hoy,
quiero volar.
Pero no entre las nubes,
ni por encima
de las montañas.


Hoy,
quiero volar,
mas allá de mis realidades.
Mas allá,
de donde mi vista alcance.


Pero sin alas.
Sin el pesado lastre,
de mi cuerpo.
Sin los límites,
de lo físico.


En un viaje alucinante,
a través de lo infinito.
 

Y surcar la belleza,
de la inmensidad.
Atravesar lo imposible.
Respirar donde no hay aire.
 

Impregnarme,
de todo aquello,
que se escapa,
a la comprensión.


Y cerrar mis ojos,
para ver,
la luz que brilla,
en la lejanía.


Porque vivo,
en mi pequeño mundo,
y ahí fuera,
está,
la realidad.


Porque es,
tan grande,
que no lo vemos,
ni lo sentimos.


Pero está.
Está.
Y yo quiero,
volar,
entre las estrellas.
Saltar,
entre nebulosas.
Correr,
como el rayo,
entre constelaciones.


Y sonreir,
mirando al cosmos,
complacido,
en mi osadía.


NOTA:
Las fotos firmadas con mi nombre son montajes fotográficos realizados por mí.
El resto de las fotos has sido sacadas de internet.

martes, 3 de noviembre de 2009

" EL CAMINO DE SANTIAGO.... DE TUNTE ".

(Es este un sendero rural, que lleva a un lugar llamado Santiago De Tunte).



Entre pinares y arbustos,
entre matorrales y rocas.
Un lugar para perderse,
donde encontrar la paz interior,
donde hablar con nuestra conciencia.
.


Lleno de esa esencia,
sublime,
impalpable,
poderosa,
y latente en cada rincón,
su etérea fuerza,
positiva.
.


Es mi lugar de retiro,
donde mil veces fuí,
a desconectarme,
del mundo material.
.


Caminaba,
como si volase,
por un remoto planeta,
entre aquellas rocas,
terreno vibrante,
agreste,
rudo,
pero de buenas energías,
de sutiles sensaciones
de bienestar,
de paz.
.


Esas cimas de Tunte,
que recorría sin descanso,
contemplando,
respirando,
captando su magia,
y su armonía.
.


Donde mi alma
rebosaba
espiritualidad,
donde mi ser
se tornaba
místico,
donde mi corazón
palpitaba
con placer.
.

Fusionaba mi ser,
con la tierra,
y elevaba mi alma
disuelta en el aire,
hasta perder
la noción
de la realidad.
.


Y allí,
siempre presente,
en las cimas de Tunte,
El Camino De Santiago,
un sendero,
de paz.
.