Hoy, tengo una nueva invitada especial. Una persona a la que admiro y tengo un gran aprecio. Su propuesta de participación es un pequeño relato, sencillo, profundo, y auténticamente dentro de su estilo literario.
Para mí es un placer presentarles a Teresa. Les gustará. Que disfrutéis con su lectura:
"La experiencia es un grado...
Sentí que el corazón iba a romperse en pedacitos y que tal vez no los pudiera ni pegar.
Me invadía una calor densa e insoportable, la gente que pasaba por mi lado, me parecían fantasmas, todo lo veia difuminado, como si estuviera en un escenario, sólo que era la realidad...
Me senté en un bar después de caminar sin rumbo durante más de una hora, no sabía en qué barrio había ido a parar, los hombres de la barra me miraban con desconfianza, era un barrio marroquí...no hice caso de las miradas de soslayo y le dije al camarero que me sirviera una caña muy fría, el calor persistía a pesar del frío exterior.
Al poco, marché de nuevo a la calle, no sabía a dónde ir, no quería volver a casa, la noticia era demasido fuerte, no me sentía con fuerzas de enfrentarme a nadie, ni de hablar. Necesitaba urgentemente dormir, cerrar los ojos, descansar la mente.
Entré en un pequeño hotel y encontré habitación. En cuanto entré, me eché en la cama, no me quité ni los zapatos, los ojos se cerraban, por primera vez notaba un enorme cansancio, mi cuerpo era como una piedra, no podía moverlo, me quedé cruzada sobre la colcha, sin ánimo de mover ni un dedo...
No sé cuánto tiempo pasó, recuerdo que sonó el móvil, no lo cogí, dejé que sonara hasta que murió la melodía y volví a sumergirme en un sueño lleno de imágenes y callejones estrechos.
Hoy, despues de más de 7 años, recuerdo ese día como algo irreal, como si no me hubiera ocurrido a mí, sin embargo, siento dolor al evocarlo, la tristeza aparece en forma de fina capa, la dejo entrar, no me resisto, ella lo agradece, somos viejas amigas, y sé, que poco a poco se irá diluyendo hasta marcharse sigilosamente sin que yo la eche...
La vida ha hecho que creciera, he aprendido a traspasar el dolor, y cuando aparece, suelo manejarlo con arte...ya se sabe, la experiencia es un grado..."
Teresa, Octubre de 2009.