Con unas manos cargadas de sensibilidad, eres capaz de arrancar todo tipo de sentimientos a las teclas de un piano.
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Te sientas en el taburete, y sólo apoyas dulcemente las yemas de tus dedos sobre el teclado,... y dejas fluir la energía creativa, que brota como fina agua de manantial desde lo más recóndito de tu alma.
Por momentos, tu cuerpo parece perder peso y levitar, siendo tus manos, en un bailar al ritmo de las sutiles melodías que resuenan, las que te mantienen unido al instrumento.
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Eres hombre sencillo, que va por el mundo dando pasos que motivan a la creación.
Y eres persona que goza de mi máxima admiración.
Ahora, tras un importante cambio en las rutinas de tu vida, te escribo estas modestas palabras de apoyo, y especialmente, de ánimo, para que tengas mucha fuerza en tu nueva andadura.
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Y para que no tengas la menor duda, que cuentas con mi más sincera amistad.
Un abrazo, intenso y cálido, amigo Lisandro.
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http://www.lisandrorodriguez.com
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