Sólo el rumor de las olas del reposado océano, acariciando sutilmente las erosionadas piedras de la orilla, me llegaba al oido, tras llegar exausto a la playa, después de un duro caminar durante horas.
Mis ojos miraban incansablemente el ir y venir de aquellas pequeñas olas, que rompían sosegadamente entre las piedrecitas, remojándolas en un baño de espuma de mar. Un hecho que relajaba mucho mis sentidos.
El penetrante sonido que producían las pequeñas piedras, al ser arrastradas por el retornar del agua hacia el mar, me causaba una enorme sensación de tranquilidad.
Respiré profundamente, y pude deleitarme del inconfundible aroma de la costa, con sus especiales matices.
Sentía en la piel de mi rostro el tierno calor de unos rayos solares que se posaban delicadamente.
También sentía la brisa, cómo formaba suaves torbellinos de aire que subían por mis brazos y refrescaba toda mi piel con esmerado cuidado.
Todo mi ser se estremecía de bienestar, devolviéndome esa merecida sensación de descanso que tanto deseaba.
Cuando me dí cuenta, tenía un gesto risueño, y la mirada perdida en un punto indefinido del horizonte.
Tal era mi bienestar, que no quise moverme de allí durante largo tiempo. Hasta que la tarde comenzó a caer, y el frío me invitaba a retirarme prudentemente.
10 comentarios:
Me asomo a la orilla de tu blog y observo tu escrito lleno de sensibilidad, dulzura, delicadeza.
Lo describes tan bien que me siento contigo un ratito a deleitarme con semejante belleza y me retiraré cuando te vayas.
Es un placer leerte, puedo sentir la paz interior que rebosan tus letras.
Siento haberte puesto triste ayer, yo también lo estaba.
Un beso y gracias.
Feliz 2010
Me gusta ese lugar leno de paz, donde uo puede conectar con su interior y dejarse fluir.
La playa, esa foto es todo un remanso de sosiego.
Un abrazo duende
Sentando entre las rocas con la mirada al atlantico me surmejo entre las olas embravecidas que gritan libertad, allí medito las bellas palabras que el duende me inspira en su maravilloso escrito que pierdo la noción del tiempo por unas horas hasta que el frío como dice este bello escrito me invita a retirarme prudentemente.
Un abrazo.
AL LEER TUS BELLAS PALABRAS, SOLO PUEDO DECIR QUE SIENTO ENVIDIA, CUANTO ME GUSTARIA ESTAR AHORA MISMO SENTADA EN LA ORILLA DEL MAR, PASANDO LAS HORAS VIENDO LAS OLAS COMO VIENEN Y VAN.
ERES AFORTUNADO DE TENER EL MAR TAN CERCA.
UN BESO GONZA.
Emibel, como ves, en esta playa hay espacio para mucha gente, sería un placer compartir estos instantes.
Pluvisca, esta playa tiene un algo especial que invita a pasear e impregnarse de su encanto.
Merl, cuando cae la noche, el frío es tan intenso, que cala hasta los huesos.
Titanic, la verdad es que toda mi vida junto al mar. No puedo prescindir de su presencia.
A tod@s vosotr@s, muchas gracias por vuestros comentarios.
Alzo la copa y brindo pidiendo que el 2010 te llegue lleno de felicidad, ilusión y amor.
Que todos tus deseos se cumplan.
Feliz 2010
Besos
Me gustaria acompañarte en tu caminar por la playa, mecerme en el mar y acariciar las olas.
¡¡ Feliz Año !!
Un beso
Emibel, alzo mi copa y brindo contigo por que el mundo sea más positivo.
Contrapunto, dame tu mano, que te enseñaré lo bonito que es pasear por la orilla del mar mojándose los pies. Feliz año para tí también.
Un cálido abrazo para ambas.
Buff, duende, me he pasado el 2009 si acercarme al mar. No sabes lo que significa leerte en estas circunstancias.
Te leo y lo siento. GRACIAS.
Un abrazo.
Yo, Azul, no podría estar tanto tiempo sin el contacto con el mar, salvo causa de fuerza mayor.
Así me gusta sentirlo, y más aún, desde mi interior.
Un abrazo, con la brisa marina.
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