MUSGOS Y LÍQUENES.

Nada me gusta más, al entrar en un bosque, que fijarme en los pequeños ecosistemas.

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Miles de minúsculos seres vivos que están presentes sin apenas darnos cuenta. . Y en especial, todos esos musgos y líquenes de caprichosas formas que abrazan y protegen troncos y rocas, donde apenas llega la luz del sol, y donde la humedad es elevada. .

Y no puedo dejar de admirar tan curiosos ejemplares. Los miro, una y otra vez. Y no me canso de observar su destacada presencia, a la vez furtiva, que parece ocultarse de las miradas depredadoras.

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Su existencia me produce alegría y tranquilidad, ya que es garantía de humedad, bienestar y alimento para las plantas.

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Me encanta caminar por el bosque, y deleitarme con los gratificantes rincones que alberga.

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Y muchas veces, me veo tan pequeño ante tanta armonía y tanto equilibrio, que pienso que tal vez no es éste un lugar para mí. Pero siempre siento que la Naturaleza me agradece el enorme respeto que siento hacia ella.

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Ojalá estén siempre presentes, esos musgos y esos líquenes. Y mis setas.

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Fotos y Texto: Gonzalo Bautista.

Con COPYRIGHT del propio autor.

Derechos Reservados.