martes, 30 de octubre de 2007

" UN PASEO POR LAS NUBES ".

Y este ha sido mi amanecer de hoy. Estaba sentado en la butaca de un pequeño avión, volando rumbo a la isla de Fuerteventura. Y al mirar por la ventanilla, ví toda esta hermosura, y no pude resistir la tentación de tomar mi cámara de fotos para inmortalizar estos momentos.

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Dedicado a tod@s mis amig@s del Círculo Mágico, para que podamos volar juntos, cogidos de la mano por lugares como éstos.

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Besos de duende para tod@s.

domingo, 21 de octubre de 2007

" MI PRIMERA EXPOSICIÓN DE BOCETOS A LÁPIZ "

Hola, amigos. Hoy, he decidido obsequiarles con una exposición virtual con carácter retrospectivo, sobre unos bocetos a lápiz de carbón que realicé hace algún tiempo.
Disfrútenla con tranquilidad.
Espero que sean de su agrado.

En ellos, intenté plasmar mi visión particular de la naturaleza.

Donde no todo es real, pero tampoco es ficción.
También quise buscar algún detalle para darle ese toque especial, acorde a mi sentir.
Y he querido recrearme en aquellas cosas que, lejos de encontrarlas en la realidad, no son del todo imposibles, por aquello que se dice, que la realidad, supera la ficción.
Imágenes captadas por mi mente en mis múltiples andares por esos montes y lugares alejados de la civilización.

Caprichosas formas rocosas que no muy lejos andan de los auténticos relieves montañosos.
Para acabar en un fundido abrazo entre todas las especies que habitan en un mismo lugar.
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Y con esto, amigos, concluye esta pequeña muestra de mi afición por el arte. Es una de mis múltiples tendencias. Les agradecería una pequeña crítica, ya que podría ayudarme en la futura realización de nuevos proyectos. Gracias de antemano. Confío que hayan sido de su agrado.
Un afectuoso saludo. Les quiero.
Textos: Gonzalo Bautista.
Ilustraciones: Gonzalo Bautista.
Con COPYRIGHT del propio autor. Derechos reservados.

viernes, 19 de octubre de 2007

" CADA MAÑANA "

Cada mañana,
despierto en la esperanza.
Cada mañana, un guiño de dulzura. Cada mañana, mis ojos se iluminan. Cada mañana, la esencia del sentir. Y respiro, llenando mis pulmones, de oxígeno, y mi alma, de la brisa del amanecer. Y escucho, el canto de la vida, el susurro del presente. Y me impregno, del prana que florece desde el alba. Y toco, el suave tacto de la sutil esencia de mi osadía. La que me impulsa a seguir adelante, cada día, cada instante. Caminando, optimista, con mis buenos deseos a flor de piel, para TODOS. Esos seres que me tocan, que me quieren, que me apoyan. Cada mañana, mi ser se ilumina, gracias, esencia mística del vivir, por tí existo.
Fotografía: Gonzalo Bautista. Texto original: Gonzalo Bautista.
Con COPYRIGHT del propio autor. Derechos reservados.

martes, 16 de octubre de 2007

" EL BOSQUE DEL CEDRO "

Los vientos alisios, procedentes del norte del Atlántico, han hecho posible, mediante la condensación de las nubes bajas, que estos bosques presenten un aspecto verdaderamente selvático.
Esa humedad, que se forma en las hojas de los árboles, va goteando al suelo, y recorriendo las ramas y los troncos hasta filtrarse entre las fisuras y grietas de la agradecida tierra.
Auténticas cuevas vegetales, donde el sol apenas puede llegar al suelo por la densa vegetación de las ramas de los árboles.
Una acolchada alfombra natural de hojas muertas e infinidad de pequeñas plantitas que brotan por todas partes forman el húmedo suelo, donde abundan pequeñas colonias de curiosos hongos.
Senderos casi invisibles porque la vegetación invade los caminos reclamando ese espacio arrebatado por la mano del hombre.
Cientos de diferentes especies de musgos y líquenes, decoran los troncos de las laurisilvas, que crecen a su antojo llenando de gran belleza todo el lugar.
Brezos y helechos muy frondosos dan un toque de múltiples tonalidades verdosas.
Un sinfín de zarzamoras se arrastran por los suelos, y trepan por las rocas y los húmedos troncos de los árboles, amenazando al senderista con sus afiladas púas en forma de garfios.
Los relajantes cantos de los pajarillos nos invitan a guardar silencio para impregnarnos de esa esencia mágica que nos ofrecen.
Y el sonido pausado del agua, que serpentea por el barranco, acariciando su cauce, y salpicando sus bordes con minúsculas partículas que parecen ser del más puro cristal, y que luego estallan contra el suelo con bellos sonidos de gran riqueza tonal.
Y ante la impresionante magnitud de tan hermoso paraje,
me siento vibrar con la Naturaleza,
me siento parte de ella,
me siento responsable de cuidarla
y encantado de poder disfrutarla en todo su esplendor.
Una parte de mi ser,
un pedazo de mi alma,
un trocito de mi corazón,
permanecerá aquí, en este lugar,
para siempre,
por toda la eternidad.
Texto original.: Gonzalo Bautista.
Fotografías: Gonzalo Bautista.
Con Copyright del propio autor. Derechos reservados.