lunes, 31 de mayo de 2010

" Flor De Pita ".


Robusto,
ligero,
y duro como un tronco,
es,
el tallo,
que eleva al cielo,
la enorme belleza,
de esas flores.

Dorados,
como el oro,
que brilla,
bajo el brillo,
del dorado sol,
son,
los pétalos,
brillantes,
vistosos,
que abren su alma,
a las caricias,
de los vientos,
a los masajes,
de miles de insectos,
que liban,
concienzudamente,
su dulce néctar.

La más grande flor,
la más alta flor,
que muestra,
en los últimos instantes,
de vida,
toda su hermosura,
engalanada,
con su mejor atuendo,
con su mejor sonrisa.

La flor de pita.

Que siempre,
nos deleita,
con su impecable presencia,
y delicados balanceos,
cuando dulcemente,
la brisa,
mece su tallo.


Gonzalo Bautista, Mayo de 2010.

miércoles, 26 de mayo de 2010

" El Molino ".



Nadie sabe,
cuántos años,
hace,
que empezó a moler.

Año tras año,
lustros,
décadas,
tal vez siglos,
de moler,
y moler,
y moler,
el grano.

Impulsado,
por los vientos,
que jugaban,
con sus aspas,
haciéndolas girar,
y girar,
y girar,
casi sin descanso.

Ahora,
con sus mejores galas,
reposa,
adornando las llanuras,
y los valles,
con sutil elegancia,
disfrutando su retiro,
regalando,
la belleza,
de su presencia,
a los ojos,
del caminante.

Gonzalo Bautista, Mayo de 2010.

domingo, 16 de mayo de 2010

" El Sueño ".


Era su sueño,
sentirse ligero,
como el aire,
y poder volar,
como las aves,
arropado,
por los cálidos vientos,
que dulcemente,
le empujaban,
en un sereno pasear,
entre las cimas,
en un discreto balanceo,
sin alas,
sin motores,
sólo con su cuerpo,
acomodado,
en acolchados correajes,
desafiando a las fuerzas,
de la gravedad,
desafiando las alturas.

La tarde,
vestida de ocaso,
transmitía paz,
con sus bellos trazos,
de calma,
de sosiego.

Como un susurro,
de la brisa,
se dejó llevar,
para soñar,
para vivir,
y respirar,
allá,
donde sólo las aves,
pueden volar.

Su sueño,
se hizo realidad,
su mirada,
serena,
navegaba,
al fin,
en otra dimensión.

Gonzalo Bautista, Mayo de 2010.

viernes, 7 de mayo de 2010

" Abrazados A La Roca ".


Donde menos lo esperaba,
crecían,
atrevidos árboles,
en terrenos verticales,
desafiando las alturas.

Asomando,
su osadía,
al abismo.

Pero firmemente,
abrazados,
hasta el alma,
a los pétreos riscos,
con la fuerza,
de sus raices.

Y seguros,
mostraban,
la belleza,
de su presencia.


Gonzalo Bautista, Mayo de 2010.