martes, 22 de septiembre de 2009

" Una Nueva Sección: Un Relato, de MERL ".

Un estreno para mi blog.

Un nuevo apartado de colaboradores y amigos.
Para empezar, un RELATO de mi amigo MERL, en primicia.


Os gustará:


"27 de Diciembre"

Todas las tardes, después de comer, buscando el tibio sol que acompañaba las tardes frías de invierno, subía paseando hasta el santuario, en el alto del cerro, desde donde se divisaba todo el valle, con sus naranjos alineados como reclutas en un día de instrucción en el campamento, apoyado con su bastón, que le acompañaba desde una década, en el día que el reuma se declaró en rebeldía.


Miraba como un águila, atento a cualquier movimiento. La vida se posaba a sus pies. Estaba en los últimos años, era consecuente. Antes del camino de vuelta, se sentaba en un banco de piedra que estaba a la derecha de la puerta de la entrada a la ermita. Se fumaba un cigarrillo, disfrutando de la paz que reinaba en aquel idílico paraje. Un cigarro que sabía diferente al resto. Las bocanadas de humo, se perdían entre los pinos centenarios que allí custodiaban el viejo, pero cuidado coqueto santuario.

Como todos los años, el 27 se Diciembre, después de comer, cambiaba el recorrido. Hoy, caminaba por el llano, entre naranjos, siguiendo la carretera hacia el sur del valle, hasta llegar al kilómetro 7, que anunciaba aquel pilón pintado de amarillo, negro y blanco.


Comenzó a descender por el sendero que le llevaba bajo del barranco del infierno, debido a que cuando llovía, las aguas que bajaban desde las montañas allí perdían el control, y arrasaban con todo lo que se interponía por delante.

Apoyándose del bastón, con cuidado, lentamente iba bajando, intentando no caerse. La pendiente era muy peligrosa para cualquier persona y más para él, un hombre mayor con dificultad para caminar bien. Estuvo a punto de irse al suelo, pero aguantó como un equilibrista un par de veces, gracias al bastón. Llegó al fondo, donde había una piedra muy grande, sacó una tiza del bolsillo, marcó una pequeña cruz, rezó en silencio, a su manera. Las lágrimas recorrieron sus mejillas, castigadas por los años. Lloró como un niño desconsolado. Pasados unos cuantos minutos, se tranquilizó poco a poco, besó la piedra. Se despidió para siempre. Quizás era la última vez que bajaba a aquel siniestro lugar. Sus piernas, el corazón, estaban en el ocaso.


Hoy, 27 de Diciembre, hacía 72 años que allí mataron a su padre. Ese día fué un huérfano de la vida. Nunca los perdonó, ni lo olvidó. Las imágenes estaban intactas. Aquella noche oscura, fría, donde unos hombres armados de mosquetones, llamaron a la puerta. Los llantos de clemencia de su madre, gritos, voces. Él comprendió a su temprana edad, que nunca volvería a ver a su padre. Insultos, palabras de sarcasmos de aquellos hombres malvados, blasfemias.


- " Sucio rojo " -


Ellos fueron quienes ensuciaron el corazón de una mujer, de unos niños inocentes, y de un hombre inocente que aclamaba con gritos de piedad, gritos, palabras con lágrimas, pidiendo que aquello era un error.

Con siete años, tuvo que ser el hombre de la casa. Sus hermanos pequeños empezaban a caminar, a pronunciar las primeras palabras de mamá, balbuceos. Nunca recordarán a su padre.


Hoy, estaba triste, pero orgulloso de haber cumplido ayudando a su madre en aquellos años negros, oscuros, tristes. A llevar la cabeza bien alta.

Porque eran rojos, pero no sucios. Eran rojos honrados. Cosa que quienes mataron a su padre, siempre fueron ASESINOS.


Él, todos los días, en silencio, hablaba con su padre desde el corazón, sentado en el banco de piedra del santuario, mientras de fumaba un cigarrillo.

Autor:  MERL
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5 comentarios:

Pluvisca dijo...

Lo primero, gracias Gonza por este apartado.

Merl, tu relato me ha emocionado y me ha hecho evocar lo que me explicaba mi tia abuela, a ella le paso lo mismo con su marido, se quedo con un niño de 2 años que no pudo disfrutar de su padre y en esos momentos, a mi tia, la machacaron...

Sabes que me gusta mucho como escribes merl

Un abrazo

Carmen dijo...

Interesante apartado, Gonza.

Merl, muy emotivo tu relato . Me ha gustado.
Este verano he leido un interesante libro sobre la guerra civil; una guerra que nunca debió de existir y que se llevó a muchos inocentes, de ambos bandos, y con ellos dejó grandes vacios difíciles de llenar.

Un abrazo.

Flautista de Neón dijo...

Es un relato que me gustó mucho cuando lo leí, por eso está aquí publicado. Esto,.... no es más que el principio de una larga vida para mi blog, gracias Merl por compartir.

Y gracias Pluvisca, y Carmen, por vuestros comentarios.

Un abrazo para ambas.

Unknown dijo...

ES MUY BUEN RELATO, ES QUE MERL, ES AUTENTICO ESCRIBIENDO, A MI ME ENCANTA SU FORMA DE HACERLO.

GONZA, ME PARECE UN DETALLE POR TU PARTE EL QUE HAS TENIDO CON MERL.

UN BESO PARA LOS DOS.

Flautista de Neón dijo...

Gracias TITANIC.

Aunque la idea ha sido de ambos. Hemos pensado en colaborar mutuamente.

Un abrazo.